sábado, 9 de enero de 2010

CÓMO LIBERARSE DEL PASADO

El pasado siempre te está siguiendo, vives con tu pasado; en realidad tú eres esos recuerdos, de forma que ¿cómo vas a liberarte de ellos? ¿Quién eres tú más que tus recuerdos? Cuando te preguntan ¿quién eres? Contestas dando tu nombre. Esos son tus recuerdos. Tus padres te dieron ese nombre cuando naciste. Te vuelven a preguntar ¿quién eres? Y tú contarás cosas de tu familia, de tu padre de tu madre, hablarás de tu educación, de tus títulos. Esos son recuerdos.

Si miras verdaderamente tu interior, solamente podrás responder “No lo sé”. Toda respuesta procederá de tu memoria, o de ti. La única y verdadera respuesta puede ser “No lo sé” porque conocerse a uno mismo es lo último. Los que lo saben, guardan silencio al respecto. Porque si se descartan todos los recuerdos y se descarta todo lenguaje, entonces no puedes expresarte sobre quién eres.

Y aún desde otro punto de vista. La mente es el pasado, el recuerdo, todas las experiencias acumuladas, todo lo que has hecho, todo lo que has pensado, todo lo que has deseado, todo lo que has soñado. La memoria es la mente. Y a menos que te desembaraces de la memoria, no serás capaz de controlar tu mente.

¿Cómo liberarse de los recuerdos? Obsérvalos, contémplalos. Recuerda siempre que “Esto me ha sucedido, pero esto no soy yo”. Desde luego que naciste en una determinada familia, pero eso no eres tú, te ha sucedido, ha sido un suceso exterior a ti. Desde luego que alguien te dio un nombre. Ha sido muy útil, pero el nombre no eres tú. Desde luego que has de tener alguna forma, pero la forma no eres tú. La forma es como la casa en la que vives, y el cuerpo te ha sido dado por tus padres. Es un regalo. Pero no eres tú.

Observa y discrimina continuamente. Llegará algún momento en que habrás eliminado todo lo que no eres. De repente en ese estado, por primera vez te encararás con ti mismo, te encontrarás con tu propio ser. Continúa delimitando todas las identidades que no eres: la familia, el cuerpo, la mente. En ese vacío, cuando todo aquello que no eras ha sido expulsado, de repente aparece tu verdadero ser.

La indiferencia es el camino para convertirte en el amo y controlar la mente. ¿Qué sucede entonces? Cuando estas en el centro la confusión de la mente desaparece. La confusión existe porque te encontrabas en la periferia. La mente no es realmente la confusión; la mente, más tú en la periferia sois la confusión. Cuando vas hacia adentro, poco a poco, ves que esa mente pierde su confusión. Las cosas van asentándose, las cosas van armonizándose. Surge un cierto orden.

Toda alteración, toda confusión, todas las corrientes de pensamiento que se te entrecruzan, se aquietan. Esto es muy difícil de comprender porque tu posición en la periferia es esa confusión. Y tú con lo que sabes, estás tratando de deshacer la confusión permaneciendo en la periferia.

La naturaleza odia el caos. La naturaleza ama el orden, favorece al orden, de modo que el caos puede ser solamente un estado temporal. Si puedes comprender esto, entonces no hagas nada con la mente. Deja a esta loca mente a solas. Simplemente observa, no le prestes atención alguna. Recuerda: existe una diferencia entre el observar y prestar atención. Cuando prestas atención a algo, estás interesado en exceso. Cuando simplemente observas, eres indiferente.

“…la mente se vuelve como un cristal puro…”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que palabras mas sabias, gracias por la oportunidad de aprender, lo pondremos en practica. Creo que es mejor ser indiferente a tanto sentimiento, nosotros le damos costumbre a nuestra mente, pero sera mejor estar en el centro de ella y controlar nuestras emociones para vivir de forma mas armoniosa. Eso si, nunca indiferente con la gente que le hace falta ayuda en esta vida desigual.

Anónimo dijo...

Q mucha falta me hace por siento que el pasado afecta mi presente y eso no deja encontrar mi verdadero yo

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