sábado, 12 de marzo de 2011

LA INFINITUD DEL AMOR

El amor es abrirse a un mundo sin fronteras, un mundo que no termina en ninguna parte. El amor empieza pero no acaba; tiene principio pero no tiene fin.

Recuerda una cosa: normalmente, la mente interfiere y no le deja al amor su infinidad y su espacio. Si realmente amas a una persona, dale espacio infinito. Tu propio ser es un espacio para que pueda crecer, con el que puede crecer. La mente interfiere e intenta poseer a la persona, entonces destruye el amor. La mente es muy avariciosa, la mente es avaricia. La mente es muy venenosa.

Si alguien quiere entrar en el mundo del amor, tendrá que renunciar a la mente. Hay que vivir sin que interfiera la mente. La mente está bien en su sitio. Es necesaria para estar en la calle, pero no para el amor. Es necesaria para hacer un presupuesto, pero no para ir al espacio interior. Es necesaria para las matemáticas; pero si hay meditación no la necesitas. La mente tiene su utilidad, pero es una utilidad para el mundo exterior. Para el mundo interior es absolutamente irrelevante. Vuélvete cada vez más amoroso... incondicionalmente amoroso. Vuélvete amor. Vuélvete una abertura... vuélvete amoroso.

Los pájaros y los árboles, la tierra y las estrellas, los hombres y las mujeres... todo el mundo lo comprende. Negro y blanco, sólo hay un idioma, y es el idioma del universo: ese idioma es el amor. Vuélvete ese idioma. Y cuando te hayas vuelto amor, se abrirá ante ti un mundo totalmente nuevo y sin fronteras.

Recuerda que la mente es la responsable de que la gente esté cerrada. La mente tiene mucho miedo de abrirse, porque, básicamente, existe gracias al miedo. Cuanto menos miedo tiene una persona, menos usa su mente. Cuanto más cobarde es una persona, más usa su mente.

Quizá hayas observado que cuando tienes miedo, cuando hay ansiedad, cuando hay algo que te preocupa, la mente aparece en primer plano. Cuando estás preocupado, la mente está demasiado presente. Cuando no estás preocupado, la mente no está tan presente.

Cuando todo va bien y no tienes miedo, la mente se queda atrás. Cuando las cosas no van bien, la mente da un salto y se coloca delante de ti, se convierte en el líder.

La meditación no es sino crear una situación en la que la mente cada vez pueda hacer menos cosas. Eres tan valiente, tan amoroso, tan pacífico, estás tan satisfecho con cualquier cosa que sucede que la mente no puede decir nada. Poco a poco, la mente se va quedando atrás y se va distanciando más.

Llega un día en que la mente se esfuma, entonces te vuelves el universo. Ya no estás recluido en tu cuerpo, ya no estás limitado, eres espacio puro. Dios es así. Dios es espacio puro.

El amor es el camino hacia ese espacio puro. El amor es el medio y Dios es el fin.

Siempre sucede: cuanto más quieres, más miedo tienes. Por eso las mujeres tienen más miedo que los hombres, porque tienen más capacidad para el amor. En este mundo tienes pocas posibilidades de que tu amor sea una realidad, de modo que se queda merodeando a tu alrededor. Y si se queda merodeando en potencia, se convierte en lo contrario. Se puede convertir en celos; también son parte del miedo. Se puede convertir en posesividad; también es parte del miedo. Se puede convertir en odio; también es parte del miedo. Sé cada vez más amoroso. Ama incondicionalmente, y ama de todas las formas que puedas. Se puede amar de millones de formas.

Puedes amar a un transeúnte que pasa por la calle. Puedes sentir amor por él, y seguir tu camino. No necesitas hablar. No necesitas comunicarlo. Basta con que lo sientas y sigas tu camino. Puedes amar a una piedra. Puedes amar a los árboles, puedes amar al cielo, puedes amar a las estrellas. Puedes amar a un amigo, a tu marido, a tus hijos, a tu padre, a tu madre. Puedes amar de millones de formas.

Para amar hay que tener agallas. Es preciso ser capaz de adentrarse en el amor a pesar de todos los miedos que buscan el protagonismo.

Cuanto mayor es el riesgo, mayor es la posibilidad de crecimiento; nada ayuda más al hombre en su crecimiento que el amor. Las personas que tienen miedo de amar seguirán siendo infantiles, inmaduras, verdes. Sólo el fuego del amor te dará madurez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

GRACIAS ESTO ME AYUDA A DAR UN PASO MÁS EN MI CAMINO

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