sábado, 24 de agosto de 2013

LA INDIVIDUALIDAD Y LAS MUCHEDUMBRES

Toda muchedumbre es una banda de perdidos, pero ningún individuo es un perdido. Cada individuo es una auténtica consciencia; el momento en que se vuelve parte de la muchedumbre, pierde su consciencia; entonces es dominado por la mente colectiva y mecánica.

No quiero ninguna muchedumbre en el mundo. Ya sea que se hayan reunido en el nombre de alguna religión, o en el nombre de alguna nación o en el nombre de alguna raza. La masa como tal es fea, ha cometido los más grandes crímenes en el mundo, porque la masa no tiene consciencia. Es una inconsciencia colectiva.

La consciencia hace de uno un individuo - un pino solitario danzando en el viento, la solitaria cima de una montaña iluminada en su total gloria y belleza, un león solitario y su tremendamente hermoso rugido, que va haciendo ecos por kilómetros en los valles.

La muchedumbre es siempre un rebaño de ovejas, y todos los esfuerzos del pasado han sido para convertir a cada individuo en parte de un engranaje, en una parte muerta de una muchedumbre muerta. Cuanto más inconsciente es, y más es dominada su conducta por la colectividad, cuanto menos peligroso es. De hecho, se vuelve casi inocuo. No puede destruir ni siquiera su propia esclavitud.

Al contrario, empieza a glorificar su propia esclavitud, su religión, su nación, su raza, su color. Estas son sus esclavitudes, pero empieza a glorificarlas. Como individuo no pertenece a la muchedumbre. Cada niño nace como individuo, pero raramente un hombre muere como un individuo.

Mi trabajo es enseñarte a recibir tu muerte con la misma inocencia, con la misma integridad, con la misma individualidad con que has recibido tu nacimiento. Entre tu nacimiento y tu muerte, tu danza debería permanecer una búsqueda consciente, solitaria, hacia las estrellas…, solo, sin transacciones - un espíritu rebelde. A menos que tengas un espíritu rebelde, no tienes espíritu en absoluto-. No hay disponible ningún otro tipo de espíritu.

¡Y descansa seguro que yo no me voy a detener! Ese es mi único gozo - liberar a mucha gente de su esclavitud, de sus oscuras celdas, de sus esposas, de sus cadenas- y traerlos a la luz, para que ellos también puedan conocer las bellezas de este planeta, la belleza de este cielo, la belleza de esta existencia. Fuera de esto, no hay Dios, ni templo de Dios.

En libertad puedes entrar al templo.

En una colectividad, en una multitud, simplemente sigues colgado a los cadáveres del pasado. Un hombre que vive de acuerdo con la muchedumbre, ha dejado de vivir. Simplemente está siguiendo…, como un robot.

El hombre en la muchedumbre siempre se ha conducido ciegamente. Si lo sacas de allí y le preguntas: “Lo que estás haciendo, ¿puedes hacerlo sólo por ti mismo?”. Se sentirá desconcertado. Y te sorprenderás de oír su respuesta: “Por mí mismo no puedo hacer algo tan estúpido, pero cuando estoy en la muchedumbre, algo extraño sucede”.

He vivido durante veinte años en una ciudad, que estaba igualmente dividida, mitad hindúes, mitad mahometanos. Eran igualmente poderosos, y casi todos los años había disturbios. Conocía un profesor en la universidad donde yo enseñaba. Nunca hubiese soñado que este hombre podía incendiar un templo hindú, era tal caballero - simpático, bien educado, culto. Cuando había un motín entre hindúes y mahometanos, yo observaba de pie, al borde de la carretera. Los mahometanos quemaban un templo hindú, los hindúes quemaban una mezquita mahometana.

Vi a este profesor ocupado en quemar el templo hindú. Lo retiré del sitio y le pregunté: “Profesor Farid ¿Qué está haciendo?”.

El se desconcertó y dijo: “Lo siento, me perdí en la muchedumbre. Porque todos los demás lo estaban haciendo, olvidé mi propia responsabilidad - Todos los demás eran responsables. Por primera vez me sentí libre de responsabilidades. Nadie podía culparme. Era una muchedumbre musulmana y yo sólo era una parte de ella”.

He visto por lo menos una docena de reyertas en la ciudad y he preguntado a los individuos que participaron incendiando, asesinando y violando: “¿Lo hubieras hecho solo, por ti mismo?”. Y todos, sin ninguna excepción dijeron: “Por nosotros mismos no lo hubiéramos hecho. Mucha gente lo estaba haciendo, y no nos quedaba responsabilidad. Nosotros no éramos responsables, la muchedumbre lo era”.

El hombre pierde su pequeña consciencia tan fácilmente, dentro del océano colectivo de la inconsciencia. Esa es la causa de todas las guerras, de todos los motines, de las cruzadas, de los asesinatos. Los individuos han cometido muy pocos crímenes comparados con la muchedumbre. Y los individuos que han cometido crímenes, tenían razones totalmente diferentes - ellos han nacido con una mente criminal, han nacido con una química criminal, necesitan tratamiento. Pero el hombre que comete un crimen, porque es parte de la muchedumbre, no tiene nada de que ser tratado. Todo lo que necesita es ser separado de la muchedumbre. Debería ser limpiado, debería ser limpiado de todas las cadenas; de toda clase de colectividad. Debería ser hecho un individuo de nuevo - tal como llegó al mundo.

La muchedumbre debe desaparecer del mundo.

Sólo los individuos deberían permanecer.

Entonces los individuos pueden tener encuentros, los individuos pueden tener comunión, los individuos pueden dialogar. Ahora mismo, al ser parte de una muchedumbre, no son libres, ni siquiera conscientes de tener un diálogo o una comunión.

Mi trabajo es sacar individuos de cualquier muchedumbre - cristiana, mahometana, hindú, judía..., cualquier muchedumbre política, cualquier muchedumbre racial, cualquier muchedumbre nacional - indios, chinos, japoneses. Yo estoy contra la muchedumbre y absolutamente por el individuo, porque sólo el individuo puede salvar el mundo. Sólo el individuo puede ser el hombre nuevo, los cimientos para la futura humanidad.

Sólo tal hombre tiene tanta belleza, gracia. Sólo tal hombre ha realizado el deseo de la existencia al darle nacimiento, al darle una oportunidad. Aquellos que permanecen parte de la muchedumbre han perdido el último tren.

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