sábado, 21 de septiembre de 2013

VIVIR POR TI MISMO

Era muy amigo de mi abuelo. Solía llevarme a ver a santos que visitaban la ciudad. Le gustaban mucho mis discusiones con los supuestos santos en las que se creaban situaciones muy vergonzosas para ellos por¬que no podían responderme. Pero cuando volvíamos, solía decirme: «Recuerda que esto está bien como juego, pero no hagas de ello tu vida, en otro caso te quedarás solo en contra de todo el mundo. Y no puedes vencer al mundo entero.»

Lo último que me dijo fue esto mismo. Antes de morir, me llamó a su lado y me dijo: «Recuerda, no luches contra el mundo. No puedes ganar.»

Yo respondí: «Ahora te estás muriendo. Tú has estado del lado del mundo: ¿Qué has ganado? ¿Cuál es tu victoria? No puedo prometerte lo que me pides. Quiero dejar muy claro contigo que, sea cual sea el coste..., puede que pierda la batalla, pero será mi batalla, y me sentiré muy satisfecho por haber estado a favor de la verdad. ¡No importa! si gano o pierdo, la derrota o la victoria son irrelevantes. Lo importante es defender lo que uno cree que es justo.»

Este coraje está presente en todo el mundo. No es una cualidad que haya de practicarse; es algo que forma parte de la vida, de tu misma respiración. Lo que ocurre es que la sociedad ha creado tantas barreras contra el crecimiento natural que has empezado a pensar: ¿De dónde saco el coraje? ¿De dónde consigo la inteligencia? ¿De dónde obtengo la verdad?

Tú contienes la semilla de todo lo que quieres ser. Date cuenta de esto y mira el otro lado... La gente que vive con la multitud, ¿qué consigue? Lo pierden todo. De hecho no viven en absoluto; sólo mueren. Empiezan a morir desde el momento de su nacimiento y siguen muriendo hasta su último aliento. Toda su vida es una larga serie de muer¬tes. Simplemente mira a la multitud de gente. Puedes estar de su lado, pero entonces correrás su misma suerte.

Si llegas a verlo es muy fácil: la única forma de vivir la vida es vivir por ti mismo. Es un fenómeno individual, es una independencia, es libertad.

Es descargarse constantemente de todo lo que está muerto, para que la vida pueda crecer y no se vea aplastada bajo el peso de lo muerto.

Esta es la cuestión: ver con claridad que todo lo que sabes es del pasado, ya se ha ido. Es parte de una tumba. ¿Quieres estar en una tumba o quieres estar vivo? Y ésta no es sólo la cuestión de hoy, también será la cuestión de mañana, y de pasado mañana. La cuestión seguirá siendo la misma hasta tu último aliento.

La persona que comprende a cada momento muere al pasado y renace al futuro. Su presente siempre es una transformación, un renacimiento, una resurrección. No se trata de coraje en absoluto, esto es lo primero que tiene que entenderse. Es una cuestión de claridad, de ser claro sobre qué es qué.

Y en segundo lugar, si realmente se trata de una cuestión de coraje, nadie puede dártelo. No es algo que se te pueda ofrecer como un regalo. Es algo con lo que naces, simplemente no has permitido que creciera, no has permitido que se reafirme, porque toda la sociedad está en su contra.

La sociedad no quiere leones, quiere una multitud de ovejas. Entonces es fácil esclavizar a la gente, explotar a la gente, hacer lo que uno quiera con ellos.

No tienen alma; casi son robots. Ordenas y ellos obedecen. No son individuos libres.

No puedes luchar contra la totalidad del mundo.

Mi abuelo solía decirme: «Lo que dices es correcto. Aunque soy viejo puedo entender que dices la verdad. Pero te sugiero que no se lo digas a nadie. Te causará problemas. No puedes ir en contra de todo el mundo. Puede que tengas la verdad, pero la verdad no cuenta; lo que cuenta es la multitud, la masa. Alguien puede estar simplemente mintiendo -y todas las religiones lo han estado haciendo, mintiendo sobre Dios, mintiendo sobre el cielo, mintiendo sobre el infierno, mintiendo sobre mil y una cosas-, pero la masa está con ellos. Sus mentiras son apoyadas por la mayoría de la humanidad y su larga tradición. Tú no eres nadie.»

Si llegas a verlo es muy fácil: la única forma de vivir la vida es vivir por ti mismo. Es un fenómeno individual, es una independencia, es libertad.

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