sábado, 5 de noviembre de 2016

LA VERDADERA RELIGIÒN

Una anécdota.

El Sr. y la Sra. Goldberg habían hecho algunos ahorros para que su hijo mayor pudiera ir al Instituto. Por fin reunieron el dinero y decidieron enviarlo a un internado refinado y culto del este. Le vieron partir en el tren y con los ojos llenos de lágrimas se despidieron.

Al cabo de unos meses él volvió a casa durante las vacaciones de Navidad. Sus padres estaban sumamente felices por tener de nuevo a su hijo, Samy, con ellos. Su madre le dio la bienvenida con una «Samelah! ¡Qué alegría el verte!»

«Madre», le replicó el hijo, «deja ya de llamarme Samelah. Al fin y al cabo ya soy un hombre ahora y preferiría que me llamaras Samuel»

Ella se disculpó y le preguntó, «Espero que solamente comieras comidas kosher mientras estuviste lejos».

«Madre, vivimos en la edad moderna y es absurdo aferrarse a las viejas tradiciones. Me complací tomando todo tipo de comida y créeme, ¡sería mucho mejor si tú también lo hicieras»

“Bien, dime, ¿fuiste de tanto en tanto a la sinagoga a ofrecer una plegaria de gratitud?

El hijo le contesto, «¿Crees realmente que ir a la sinagoga, cuando te relacionas con un gran tanto por ciento de no judíos, es lo más adecuado qué puedes hacer? Honestamente, madre, no está bien por tu parte pedirme que haga esto»

En este momento la Sra. Goldberg, controlando su enfado, se encaró a su hijo y le dijo, «Dime Samuel, ¿estás aún circuncidado?»

No me interesa si estás o no estás circuncidado. No me interesa si eres un judío, un hindú, un cristiano o un musulmán. Para mí, ese tipo de cosas son pura estupidez. No te estoy enseñando ninguna religión. Todo mi esfuerzo, o todo mi juego aquí, es que te hagas consciente de la realidad tal cual es, es hacerte consciente del hecho, sin proporcionarte ninguna fantasía en torno a ello; el hacerte consciente de la verdad. Sin darte teoría alguna sobre ella. No soy un teòrico, no soy un teòlogo, de hecho, la teología ha acabado con Dios y el que haya tantas religiones ha creado tal confusión en la mente de la gente que, más que ayudar han sido un veneno y un mal. Más que ayudar a la gente a ser religiosa, han creado la mayor política en nombre de la religión.

En nombre de la religión se ha generado gran violencia, conflicto, odio.

Para mí, la religión simplemente significa la dimensión del amor. Estoy aquí para mostrarte la belleza de la vida, la grandiosidad que te rodea. Desde esa misma grandeza tendrás los primeros destellos de Dios.

Estoy aquí para seducirte y que te enamores de la vida, para ayudarte a que te vuelvas algo más poético, para ayudarte a morir para lo mundano y lo ordinario de forma que lo extraordinario explosione en tu vida. Pero solamente será posible si decides ser un discípulo.

El sanyas es un tremendo acuerdo, un pacto. Cuando te inicio en el sanyas, te estoy iniciando en el mundo de mi juego. Y si tù estás dispuesto a ir conmigo, hay unas enormes puertas esperando abrirse para ti. Pero esas puertas no son las de la mezquita, las de la iglesia, las del templo; esas puertas son las de la misma vida. La vida es el único templo de Dios y jugar con ella es la única plegaria.

Si decides ser un discípulo, puedo continuar y continuar, en el cuerpo y fuera del cuerpo, con la mente y sin la mente, en la vida y en la muerte, en los confines de la vida y màs allà de la vida. Este juego es un juego eterno por eso lo llamo el juego supremo. Aquellos que decidieron jugar con Cristo, todavía estàn jugando, continùan con nuevos planes, con nuevos horizontes. Aquellos que decidieron jugar con Buda, estàn todavía jugando. El juego es tan hermoso, tan eterno que ¿quièn desea pararlo?

Puede que no estè aquí en el cuerpo, pero eso solamente serà una perdida para aquellos que no estèn cerca de mi, eso serà una perdida para aquellos que no fueron suficientemente valerosos como para estar conmigo.

Cuando haya dejado el cuerpo, eso no supondrà una perdida si tu realmente has sido un discìpulo. El juego continuarà. Yo seguirè siendo accesible, tu seguiràs siendo accesible, es una cuestiòn del corazòn, es una cuestiòn de consciencia, y la consciencia no conoce el tiempo; la consciencia esta màs allà del tiempo, la consciencia es intemporal.

Si tù eres alguien que està dentro sabes que hay un comienzo para este juego, pero no un final. Has entrado en algo que va a durar para siempre.

Un juego ha de ser jugado, no explicado. Si lo explicas, pierde todo el encanto. Ven, participa, implícate en él.

Hay algunas cosas que no pueden ser explicadas; con la explicación misma, mueren. Por ejemplo, un chiste no puede ser explicado. Esa es la belleza del chiste: o lo entiendes o no lo entiendes. Si pides, «Por favor, explícamelo» no se puede explicar. Si alguien te lo explica, si se te hace perfectamente evidente, no surgirá risa alguna. La risa surge cuando, de repente, el chiste alumbra tu ser; cuando hay un salto, un salto cuántico, entonces surge la risa. Discurrías por un plano, la historia discutirìa en un determinado plano y entonces, repentinamente, un giro inesperado, que no podías imaginarte, sucede. Ese mismo giro, que no podías ni imaginarte que se diera, le otorga su belleza. Ese mismo giro es el que te golpea.

Ese mismo giro es el que libera la tensión que se estaba acumulando. El suspenso iba creciendo ¿Qué va a suceder?

¿Qué va a suceder? y todo era normal hasta que, de repente, la historia da un vuelco extraordinario. El impacto ha de ser un giro súbito. Entonces la tensión acumulada se relaja y empiezas a reír. La tensión es liberada, explota. Pero si alguien te lo explica, si disecciona el chiste de una forma lógica, si te lo explica todo y así lo comprendes, entonces la gracia desaparece. El chiste está para ser disfrutado, no entendido.

Este mundo al completo es una broma cósmica. Si tratas de comprenderlo, te lo perderás... por eso los filósofos siempre se lo pierden. Han estado tratando de resolverlo, han estado tratando de buscar pistas. No hay pistas. Es puro misterio. No hay llaves ni cerraduras. Es accesible si tú eres accesible. Pero una mente que anhela comprenderlo se pone tensa y se vuelve inasequible.

No trates de entender la vida. ¡Vívela! No trates de entender el amor. Enamórate. Entonces sabrás, y ese saber surgirá de tu ¬experiencia. Ese saber nunca destruirá el misterio; cuanto más sepas, más sabrás que hay mucho más que está ahí para ser conocido. La vida no es un problema. Considerarla como un problema es dar un paso equivocado. Es un misterio para ser vivido, amado, experimentado.

En realidad, la mente que anda siempre en busca de explicaciones, es una mente asustada. Debido a que tiene mucho miedo quiere que todo tenga una explicación. No puede sumergirse en nada si antes no le ha sido explicado. Con las explicaciones siente que el territorio le es familiar, que ahora conoce su geografía; que ahora puede desplazarse con un mapa y la guía de viaje y un esquema. Nunca se encuentra dispuesta a adentrarse en un territorio desconocido; no cartografiado, sin un mapa, sin una guía. Pero la vida es así. Y los mapas no son posibles porque la vida cambia y cambia. A cada momento es nueva. No hay nada viejo bajo el sol, te lo aseguro. Todo es nuevo. Hay un tremendo dinamismo, un movimiento absoluto. Solamente es permanente el cambio, solamente el cambio nunca cambia; todo lo demás va cambiando.

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