sábado, 30 de septiembre de 2017

LA LEY Y EL AMOR


El Evangelio dice:
“…Pues la ley fue dada por Moisés;
pero la gracia y la verdad
vinieron a través de Jesús, el Cristo”.

La Ley fue dada por Moisés. Moisés es el fundamento del judaísmo. Naturalmente, esto era necesario, porque a menos que la ley sea establecida, el amor no será posible. La ley es imprescindible, es una necesidad, pero no es suficiente.

Moisés le entregó la ley al mundo. La gente era primitiva, inculta; no tenían sentido social. Moisés creó una sociedad, y una de las más perdurables: la judía. Y en realidad, Moisés debe haber sido realmente genial, porque proporcionó la ley, y los judíos han sobrevivido a todo tipo de catástrofes. Debe haberles dado una base muy estable. Pero él era un legislador, al igual que Manu fue el legislador para los Hindúes. Moisés es el Manu de los Judíos; él trajo la ley.

Permítanme contarles una pequeña historia. En cierta ocasión, Moisés se cruzó con un hombre que estaba rezando. Pero su oración era tan absurda no sólo absurda, sino un insulto a Dios que Moisés se detuvo. Era absolutamente ilegal. Era preferible no rezar que hacerlo de esa manera, porque este hombre estaba diciendo cosas increíbles. Decía, "Déjame acercarme a ti, Dios mío, mi Señor, y prometo que limpiaré tu cuerpo cuando esté sucio. Incluso si tienes piojos, yo te los quitaré ... Y soy un buen zapatero, te haré zapatos perfectos. Andas con zapatos tan viejos y tan sucios, están totalmente sucios ... Y nadie cuida de ti, mi Señor. Yo cuidaré de ti. Cuando estés enfermo, te serviré y te daré medicina. ¡Y también soy un buen cocinero!".

¡Así es como estaba orando! Así que Moisés le dijo "¡Detente ! ¡Detén este absurdo! ¿Qué estás diciendo ? ¿A quién le estás hablando a Dios? ¿Y El tiene piojos en Su cuerpo ? ¿Y Sus ropas están sucias y tú las limpiarás? ¿Y no hay nadie ahí para cuidarle, y tú serás Su cocinero? ¿De quién has aprendido esta oración?".

El hombre contestó, "No la he aprendido en ninguna parte. Soy un hombre muy pobre e ignorante, y no sé cómo rezar. La he inventado yo mismo, y éstas son las cosas que conozco. Los piojos me molestan mucho; por lo tanto, le deben molestar a Èl. Y a veces la comida no es buena mi esposa no es una buena cocinera y me duele el estómago. El también debe estar sufriendo. Esta es sólo mi propia experiencia, que se ha transformado en mi oración. Pero si conoces la oración adecuada, enséñamela".

Entonces Moisés le enseñó la oración adecuada. El hombre se inclinó frente a Moisés, le dio las gracias con lágrimas de profunda gratitud, y se alejó. Moisés estaba muy contento. Pensò que había hecho una buena obra. Miró al cielo para ver lo que opinaba Dios del asunto.

¡Y Dios estaba furioso! y le dijo: "Te he enviado ahí para que acerques a la gente a mí, pero has alejado a uno de los que más me ama. Ahora, él orará en forma adecuada, pero no será una oración en absoluto porque la oración no tiene nada que ver con la ley. Es amor. El amor es ley en sí mismo; no necesita otra ley".

Pero Moisés es el legislador. El fundó la sociedad: trajo los diez mandamientos. Esos Diez Mandamientos han sido los cimientos de todo el mundo occidental: judaico, Cristiano, Mahometano, las tres religiones dependen de la ley de Moisés.

Por lo tanto, el mundo entero ha conocido sólo a dos legisladores: el Oriente conoce a Manu y el Occidente conoce a Moisés. Hindúes, Jainas, Budistas: Manu les ha proporcionado la ley, la ley les ha sido dada por Manu; y Moisés se la ha entregado a Mahometanos, Cristianos y judíos.

“Pues la ley fue dada por Moisés ...”
La ley es para la sociedad; el amor es para el individuo. La ley se refiere a cómo te comportas con los demás; el amor se refiere a cómo te comportas contigo mismo. El amor es un florecimiento interior; la ley es la conducta externa. Dado que vives con gente, debes respetar las leyes, pero eso no es suficiente, es bueno, pero no es suficiente. Si una persona se limita a respetar las leyes, estará muerta. Será un buen ciudadano, pero estará muerto. La ley puede ser el fundamento de la sociedad, pero no puede ser el edificio mismo. Puedes vivir según la ley, pero no puedes vivir en ella. No te da suficiente espacio. Para eso, el amor es necesario.

Jesús fue la realización de Moisés. Jesús estaba completando lo que inició Moisés, pero los judíos le negaron; lo que Manu inició lo estaba completando Buda, pero los Hindúes le negaron.

Comienzan a centrarse en la ley. Y desde ese punto de vista, el amor parece estar en contra de la ley. Y en realidad, la ley sólo es necesaria para que el amor pueda llegar a ser posible. La ley es necesaria para que la gente pueda vivir en paz y en amor; la ley no es, en sí, el fin. Es el medio; el amor es el fin. Pero cuando la gente se vuelve demasiado obediente de la ley, hasta el amor mismo parece ilegal. Y se vuelven temerosos del amor, porque ¿quién sabe? estás recorriendo un sendero peligroso.

El amor es locura; la ley, cálculo. La ley es confiable, la sociedad puede decidir con ella. Pero el amor no es confiable ¿quién decidirá? El amor no conoce reglas: no es aritmética, es poesía. Es peligroso. El amor es siempre salvaje, y la ley es social.

Recuerda esto: respeta la ley, pero no te limites a eso; de otra manera, habrás vivido en vano. De hecho, no habrás vivido. Respeta la ley, porque si no lo haces tendrás problemas. Debes vivir en una sociedad, tienes que seguir ciertas reglas, pero sólo son reglas. No hay nada supremo respecto a ellas, no hay nada de Dios en ellas.

Déjame decirte esto: los Diez Mandamientos fueron creados por Moisés. No provienen de Dios, eso no es posible. Esos Diez Mandamientos son reglas humanas del juego. "No robarás", …porque la propiedad es individual.

Pero si el juego cambia y la propiedad llega a repartirse, "No robarás" no tendrá sentido como ley. O bien, si algún día el mundo llega a ser realmente opulento, habrá tanto que nadie robará. Sólo si hay pobreza es posible el robo. La gente está hambrienta y es pobre y entonces roba. Pero si la sociedad es rica como podrìa ser algún día y hay demasiadas cosas: todo lo que necesites, hay más disponible ... entonces, ¿quién será ladrón? El mandamiento desaparecerá en ese momento. Ya no será necesario.

Los Diez Mandamientos son sociales. Moisés trae la ley; Jesús trae la verdad, la gracia, el amor. El amor viene de Dios, la ley viene de la mente. El amor es de Dios, la ley es del hombre.

Y con amor, la gracia y la verdad ocurren. Recuerda esto, porque entender a Jesús es entender el fenómeno del amor. Entender a Jesús es entender los detalles de la gracia. Entender a Jesús es entender la verdad. Recuerda: si puedes entender la verdad, la verdad libera. Y no existe otra liberación.

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