sábado, 6 de enero de 2018

LA CONFIANZA Y LA FE


La gente que vive con la naturaleza es real, porque con la naturaleza tienes que serlo; de lo contrario, ella no te admitirá. Con la naturaleza tienes que estar vivo; de lo contrario, no podrás arreglártelas con ella. Cuanto más rodeado estés de cosas que no son naturales, menos natural te vuelves. Si vives rodeado por mecanismos, tú mismo te transformarás en un mecanismo.

Se dice que a un hombre se le conoce por su compañía. Yo te digo: un hombre está hecho por su compañía. Si vives rodeado por elementos mecánicos como está viviendo el hombre moderno poco a poco te vuelves irreal. Si vives con la naturaleza con los árboles, las rocas, el mar, las estrellas, las nubes y el sol no puedes ser irreal, no puedes ser falso. Tienes que ser real, porque cuando te encuentras con la naturaleza, ésta crea algo dentro de ti que es natural. Respondiendo continuamente a la naturaleza, llegas a ser natural.

Un hombre que vive con la naturaleza siempre es confiado. Un granjero que siembra semillas tiene que confiar. Si dudara, nunca sembraría semillas, porque hay mil y una posibilidades de duda: sí este año la tierra va a hacer lo mismo que hizo el año pasado o no. ¿Y quién sabe? la tierra puede haber cambiado de idea. ¿Quién sabe sí va a llover o no? ¿Quién sabe respecto al sol si saldrá mañana por la mañana o no? Sentado en tu cómoda silla rodeado de tus libros puedes dudar, no arriesgas nada; pero si un granjero que trabaja en el campo con la tierra duda, está perdido; si un pescador duda, está perdido.

Al vivir con la naturaleza, surge la confianza. La confianza es natural al hombre, tal como la salud es natural; la duda no es natural, tal como la enfermedad, no lo es. Un niño nace confiado. No estoy hablando acerca del niño moderno, quizás el niño moderno no nace confiado, porque nace en un clima de escepticismo.

El clima de hoy es de escepticismo. Hasta un niño es receloso, duda, es escéptico. Antiguamente, hasta los viejos eran confiados; toda la atmósfera era de confianza, de fe. Era gente sana.

Obsérvate a ti mismo: cuando dudas, algo se encoge dentro de ti: te vuelves pequeño, diminuto. Te pones duro, muerto, y ya no fluyes te quedas helado. Cuando surge la confianza, fluyes nuevamente. Los bloqueos se derriten y te expandes, te vuelves amplio. Cuando confías, alcanzas un clímax de estar vivo; y cuando dudas, caes hacia la muerte.

Es debido a que el hombre moderno carece de confianza que las drogas han empezado a tener tanto atractivo para él. No parece haber otra manera de sentir al ser y a la consciencia expandidos. Las drogas son métodos químicos para sentir, por unos momentos o por unas horas, una expansión de la consciencia. La confianza te da eso en forma fácil y gratuita. La confianza te lo da no por unos pocos momentos se convierte en una cualidad eterna en ti. ¡Y la confianza no tiene efectos secundarios!

Si me preguntas, te lo diré: si quieres expansión de consciencia, la confianza es la única droga segura y aquellos que nunca han conocido lo que es la expansión de la consciencia, aún no han vivido. La consciencia puede seguir y seguir expandiéndose, olas de felicidad yendo hacia los rincones mismos de la existencia, expandiéndose con la infinidad de la existencia. Cuando te expandes, te transformas en parte de lo absoluto; cuando te encoges, te conviertes en una isla.

Si tienes ojos de confianza, nadie te puede engañar. Te engañan debido a tu duda: y entonces crees que necesitas dudar más de lo contrario, la gente te va a engañar aún más. Y entonces te engañan más, y se crea un círculo vicioso. Dudas para no ser engañado, pero eres engañado debido a tu duda.

Si confías, nadie te puede engañar. ¿Qué quiero decir cuando digo: si confías, nadie puede engañarte? ¿Acaso tu confianza va a evitar que alguien te engañe?

No; pero cuando confías, tienes ojos para ver: el engañador se revelará inmediatamente, quedará al descubierto.

Me gustaría que recordaras esto como un criterio: que un hombre que confía no puede ser engañado. Si es engañado, debe de tener dudas en su interior, porque sólo no puedes ver cuando los ojos están llenos de nubes de dudas. Cuando puedes ver y tu visión es clara, la sola presencia de la persona dice sí engaña o no.

Hace sólo dos o tres días, alguien me envió un artìculo profundamente significativo. Un hombre un médico, un doctor de California ha tratado a muchos pacientes de cáncer sólo mediante la imaginación. Esta es la primera pista para abrir la puerta ... y no un solo paciente: muchos.

Lo que hace es simplemente decirles que se lo imaginen, si tienen cáncer de garganta, les dice que se relajen y que se imaginen que toda la energía del cuerpo se mueve hacia la garganta, y que la glándula es atacada por su energía. Como flechas provenientes de todas partes moviéndose hacia la garganta y atacando la enfermedad. En tres, cuatro o cinco semanas, la glándula simplemente desaparece sin dejar rastro. ¡Y se cree que el cáncer es incurable!

El cáncer es una enfermedad moderna, ha llegado debido al stress, la tensión y la ansiedad de la vida. De hecho, hasta ahora no ha habido cura para ello a través del cuerpo. Si el cáncer puede ser tratado a través de la mente, significa que todo puede ser tratado a través de la mente.

Los milagros de Jesús sucedieron porque la gente era muy confiada. Una vez ocurrió que él pasaba, y una mujer una mujer muy pobre, temerosa y tímida, que no sabía si Jesús la iba a tratar o no, porque él siempre estaba rodeado por tanta gente, pensó para sus adentros: "Sólo toca la túnica de Jesús por detrás". Ella lo hizo así, y fue curada.

Jesús se volvió, y la mujer empezó a darle las gracias. Se postró a sus pies, muy agradecida. El dijo: "No me lo agradezcas, agradéceselo a Dios. Tu fe te ha curado, no yo".

El mundo tenia profunda confianza; la gente estaba enraizada en la fe. Entonces, sólo la idea: "Si Jesús toca mis ojos, éstos se curarán" la sola idea se transforma en el motivo básico de la curación. No es que Jesús cure; si eres escéptico, Jesús no podrá ayudarte, no le será posible curarte.

Jesús podía hacer milagros. Esos milagros eran simples; sucedieron porque la gente era confiada. Si puedes confiar, la mente empieza a funcionar desde adentro, se extiende al cuerpo y cambia todo. Pero si no puedes confiar, nada podrá ayudarte.

Incluso la medicina ordinaria te ayuda porque confías en ella. Se ha observado que siempre que se inventa una nueva medicina, ésta funciona muy bien durante seis meses a dos años la gente es afectada por ella pero después de seis meses, ocho meses, diez meses, no funciona tan bien. Los médicos se han preocupado ¿qué ocurre?

Cuando una nueva medicina es inventada, crees en ella más que en la vieja medicina. Ahora sabes que la panacea está ahí, " y me curaré con ella". ¡Y te curas! La confianza en una nueva medicina, un nuevo descubrimiento, ayuda. Hablan de ella en la televisión, en la radio, en los periódicos, y existe un clima de confianza y esperanza. Pero después de pocos meses, cuando mucha gente la ha tomado y algunos tontos también la han tomado, lo que no puede evitarse, entonces surge una sospecha, porque este hombre ha tomado la medicina y no le ha hecho nada. Estos tontos crean entonces una atmósfera contraria, y después de un tiempo la medicina pierde su efecto.

Aún más que la medicina, el médico ayuda si confías en él. ¿Has observado que cuando estás enfermo y viene el médico ... si confías en él, te sentirás aliviado sólo porque vino? Hasta ese momento, no te ha dado ninguna medicina. Sólo ha estado examinando tu cuerpo la presión sanguínea, esto y aquello y ya sientes que el cincuenta por ciento de la enfermedad ha desaparecido. Ha aparecido un hombre en quien puedes confiar. Ahora ya no es necesario que tú mismo lleves el peso. Puedes dárselo a él, y él sabrá qué hacer. Pero si no confías en el médico, él no puede hacer nada.

En medicina, llaman "placebo" a una medicina falsa. Es sólo agua o algo que no tiene nada que ver con la enfermedad, pero si te es dada por un médico en quien confías, te ayudará tanto como la medicina real; no habrá diferencia. La mente es más poderosa que la materia; la mente es màs poderosa que el cuerpo.

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